5 de junio de 2015

Juegos de mesa: Gloria a Roma



Hoy voy a hablar de un  juego para jugones llamado Gloria a Roma. En ella encarnamos a un patricio romano que, tras el famoso incendio de Roma durante el reinado de Nerón, tenemos que reconstruir la ciudad.




A cada jugador se le reparten el tablero (donde esquemáticamente se resume las acciones del juego) y 5 cartas, de las cuales una tiene que ser un senador. Además, en el centro de la mesa se colocan los distintos montones de solares (del centro y del extrarradio) y las cartas de reserva.



Las cartas valen para todo, cada carta viene con el edificio que se puede construir (con el valor de su influencia y sus efectos), el tipo de profesional que se puede usar y el material que tiene.



El jugador que es su turno puede "pensar" (que consiste en robar tantas cartas hasta llegar 5 en la mano, robar una carta o robar una carta de senador) o tira una carta usando una profesión, además de usar un "cliente".



Las profesiones son las siguientes:



- Patrón, recluta a alguien de entre las cartas de la reserva, convirtiéndolo en cliente, es decir, que lo puedes usar siempre que quieras sin arrojar carta.

- Obrero, recoge un material para tu almacén de entre las cartas de la reserva

- Artesano, sirve para construir un edifico que tengas en la mano o añade un material a un edificio en construcción desde tu almacén.

- Arquitecto, sirve para construir un edifico que tengas en la mano o añade un material a un edificio en construcción desde la reserva.

- Mercader, convierte una carta en un tesoro.

- Legionario, elige una carta de material de la reserva y exige a los jugadores de cada lado que te den una carta de ese mismo tipo. El material va todo a tu almacén.



Luego está el senador, que es un comodín que vale para representar cualquiera de las profesiones.




Una vez que el jugador que tiene el turno a realizado una acción, todos los jugadores en orden pueden "pensar" (como ya indique arriba) o "seguir", que consiste en hacer la misma acción que el jugador (usando un profesional de su mano o un "cliente").



Para construir un edificio, el jugador usa un arquitecto o artesano y el edificio de su mano. Dependiendo del edificio utilizará un material u otro y por tanto un tipo de solar u otro. Cuando se agota un tipo de solar, se pasa a los solares del extrarradio de ese tipo, que necesitan dos profesionales del mismo tipo para empezarse a construir. Luego se usa un arquitecto o artesano para ir añadiendo materias primas al edificio hasta que está construido, en ese momento se cumplen los efectos del edificio y el jugador se queda con la influencia que da el solar. La influencia es muy importante, porque además de ganar, es lo que te marca la cantidad de clientes.



El juego acaba cuando todos los solares del centro de la ciudad se agotan. Se contabilizan las influencias, tesoros, etc, y el jugador con más puntos gana.



Para mí, el juego es bastante complejo y hasta que no juegues varias partidas no coges la mecánica con fluidez, no apto para jugadores ocasionales o juegos en familia. El hecho de tener que jugar en tu turno y en el turno de los otros jugadores (y por tanto pensado constantemente en la estrategia a seguir en un entorno en constante cambio) y que cada carta tiene un montón de indicaciones y valores, hace que uno se lie con las cartas o acabe perdiendo el rumbo en menos de nada. Es un juego dinámico para los que no le gustan mucho el azar, ya que aquí prima la estrategia por encima de la suerte.

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